16 jul 2016

El frío que dejas

Encuentro cierta atracción en este frío que me proporciona la oscuridad, permite dejar mis sentimientos de lado (me congela el alma), me agrada.
La noche, bella amiga… solo veo las luces de la lejanía, estoy en la ventana, intento no pensar, solo brotan lagrimas (sabía que perdería, no debería llorar) recuerdos, dudas, presente, futuro, todo viene a mí pero no lo soporto, solo deseo no pensar en nada, en nadie.
Hace frío, es de madrugada, solo atino a pensarte y mentirme que todo estará bien. ¿Todo está bien? Me repito ¿Por qué crees en una mentira? No tengo idea, solo esperaba que en esta ocasión las cosas se dieran mejor, pero por lo visto no es así… ambos empezamos este juego, no te culparé por nada porque aun sabiendo como esto posiblemente terminaría, mi corazón me traiciona otra vez y solo siento el gusto a derrota en mi labios.
Ahora todo está oscuro a mí alrededor, es obvio ¿no? Las personas duermen, pero más que verlo en un plano físico y banal, me refiero al interior de mi ser, HOLA me dice la soledad y la tristeza una vez más, solo quiero irme… dejar todo atrás ¿será posible?, puede serlo. Conozco un lugar, uno solo, más allá de todo puedes disfrutar de la vista del mar, pero como se sentirá estar en un lugar donde no tienes a nadie, ¿desaparecer de todos será la mejor opción?
Desearía poder no sentir, hace unos minutos lo único prácticamente posible de oler era el frío recorrer cada espacio de mi cuerpo y sí, digo oler (sonará extraño, pero ya todo lo que digo lo es), para mí oler es sentir, sentir el aire helado que congela, sentir su aroma en las mañanas, sentir su mirada en los días tristes, sentir como el viento alborota su cabello, sentir como sus labios me susurran, sentir su voz, sentirla, verla, apreciar sus ojos…lo siento he vuelto a caer en el abismo del sin sentido…

Sigo diciendo y escribiendo lo primero que pasa por mi mente, si alguien le encuentra sentido a lo que digo, hágame saber y poder así tener una plática (espero y sea amena, porque tengo muchas dudas), quizás un café o una copa de vino, lo que usted desee, yo estaré en casa, estaré caminando, estaré escuchando como la música que produce el silencio de la noche sigue ahí para todo aquel que se sienta como yo. Ella no nos dejara jamás, solo presta atención a las pequeñas grandes cosas que nos traerá y veras que quizás tú si encontraras la solución a todo, algo que para mí aún está lejana, pero me conformo con que me congele el alma.

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