Estaba anocheciendo en las Tierras de la Peste, y por encargo de su abuelo, Asnja había recolectando varas de sauce negro para fabricar con su abuelo bastones y arcos.
-Anciano Senfol! Ya llegue!
No hubo respuesta.
Un poco preocupado, Asnja apresuro el paso al campamento, y alzando la vista, observo una columna de humo negro que se elevaba por los cielos. Tras sentir como la sangre se le helaba de terror, corrió lo más rápido que sus pezuñas le permitían. El panorama que se le ofreció fue completamente desolador. El campamento habia sido arrasado por un incendio, y algunas prendas de cuero y viveres se habían perdido en el accidente. Sin embargo, lo único que encontró fue un mapa y un rastro de sangre.
-...aún esta fresca. No debe estar muy lejos. Esto debería llevarme con el Anciano, si no con su agresor.
Siguiendo sigilosamente el rastro de sangre dejado en el posible ataque, Asnja llego a lo que parecía una necropolis de inmensas bestias que habían muerto hace siglos. Tras ver la forma de los cráneos y esqueletos, se dio cuenta que había llegado a un cementerio de kodos.
Asnja cayó de bruces al suelo. Al frente suyo, debajo de uno de los esqueletos yacía el cuerpo inerte de su ultimo familiar y mentor.
Sin embargo, la profunda tristeza que sentía rápidamente se torno en rabia al ver a un encapuchado sosteniendo en sus manos el bastón quebrado de su abuelo. Y justo cuando se disponía a lanzar a su abuelo junto con su bastón en una fosa, Asnja no pudo contenerse.
-NOOOO!
-*Argish, bernim, erk salum?*
Dominado por una furia asesina, sentía su velocidad y fuerza aumentar, mientras sus sentidos se agudizaban. De un salto, derrumbo al encapuchado y siendo presa de sus instintos, comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas hasta que comenzo a destripar a aquel extraño encapuchado, responsable de la muerte de su abuelo. Una vez su rabia había desaparecido, observo que aquel desconocido tenia pintado el rostro de negro y morado, pero su cadaver había quedado completamente desfigurado.
Sintiendo un mareo horrible ante la deformación que había provocado en el encapuchado, retrocedió unos pasos y se sobresalto al sentir el suelo tocándole los
-...bigotes?pero...ME HE CONVERTIDO EN TIGRE?!?!?!?
Sin dar crédito a sus ojos, la rabia asesina que había poseído su cuerpo lo había transformado en un inmenso tigre de color negro.
-Mi verdadera naturaleza, y el Anciano tuvo que morir para que pudiera descubrirla...
Tras dar sepultura a su fallecido abuelo, contruyo un totem con los pedazos de su antiguo bastón en su honor. Tomando el mapa borroso del campamento, emprendió el viaje de vuelta a su hogar.
1 comentario:
segunda parte publicada en la página/comunidad oficial de Buscadores de Mazmorras :D
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