-Cuanto tiempo ha transcurrido... desde que abandone... las Tierras de la Peste?
1 mes. Ya había pasado un mes desde que Asnja hubiera perdido a su abuelo y hubiera puesto rumbo a su hogar. Pero cuál era su hogar? No estaba muy seguro. Se hallaba pérdido, con hambre y solo. No sabía que rumbo seguir, y el mapa borroso de su abuelo se habia vuelto ilegible en ese mes de caminata interminable. Bajo la forma felina, se hallaba atrapado en una tormenta de nieve en una serranía de la cual no hallaba salida. Tras una larga caminata, encontro una cueva en las paredes de las montañas. Sin dar importancia a los animales y bestias del lugar, entro en la cueva buscando refugio.
-Aquí hay una fogata. Los animales no pueden prender una. Este lugar debe estar habitado por alguien. Bueno, no creo que les importe, si... descanso... aquí...
Rendido por la fatiga, se dejo caer sobre su peso y se quedo profundamente dormido. Sin embargo, al despertar se llevo la más irónica de las sorpresas: se encontro amarrado de patas a una enorme vara. Colgando de cabeza y asomando la vista, se dio cuenta que unos enormes ogros se lo estaban llevando a cuestas a lo que parecían ser las ruinas de un castillo.
Sintiendo que se acercaba su final, recordó las palabras de su abuelo en los entrenamientos de las Tierras de la Peste: "Concentrate y respira calmado. Mira en tu espíritu interior y busca tu verdadera naturaleza..."
Tras calmarse, comenzó a notar que de la palma de su mano comenzaba a salir un chisporroteo verde. Antes que pudiera darse cuenta, habia vuelto a su forma original y cayo pesadamente al suelo, rompiendo la vara que los ogros cargaban. Estos, confundidos en un inicio por la "desaparición" de su presa, dieron un grito de ira y se arrojaron sobre el tauren sujetandolo de brazos y piernas. Asnja, entonces oyo el sonido de un cuerno y vio una bola de fuego cayendo sobre el, y luego otra, y otra!
En poco tiempo, una tormenta de fuego comenzo a atacar a los ogros quienes, despavoridos, huyeron dejando a sus compañeros muertos por las quemaduras. Cuando Asnja se hubo parado, encontro a un mago que tapaba su cuerpo con una túnica y capucha enormes.
El mago, tras salvarlo, comenzó a correr.
-Hey aguarda!! gritó Asnja y comenzó a perseguir al mago. Al alcanzarlo, vió como el mago creaba un portal del cual se podia sentir el ambiente cargado al otro lado. Con tal de alcanzarlo, Asnja salto al portal. Sin embargo, detrás de el, el mago se desvaneció, y se asomo el verdadero mago. Habria dejado una de sus copias al lado del portal para fingir que el entraria allí. Tras retirar su copia, comenzó a cerrar el portal. No sentía remordimiento alguno. Lo había salvado y no le conocía, no tenía responsabilidad con el. "Por lo menos, me libre de meterme en un buen lío. No debo relacionarme con nadie. De hecho, no debería haver salvado a ese tauren perdido". Tras decir eso, irguiendose con dificultado y apoyandose en su baston, el no-muerto comenzo a alejarse del lugar.
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