-AAAGGHHH! Levanten las carpas que se han caído y tiren todo objeto que desequilibre la aguja! eso incluye tirar abajo los puentes si es necesario!
-Capitán, el vigía de la aguja del Gran Elevador dice haber rescatado un tauren que se estaba ahogando. Al parecer estaba abajo durante el maremoto.
-Humm, yo creía que el calor era lo único horrible aquí en Mil Agujas y de la nada un terremoto nos trae un maremoto. Y de donde pudo llegar? Aquí no tenemos ni una sola costa. Monta una balsa y corre al Gran Elevador. Tal ves ese tauren puede saber algo sobre que es lo que acaba de pasar.
Mil Agujas: lo que antes había sido un enorme cañón desértico con miles de torres de piedra, había sufrido las consecuencias de un cataclismo: las aguas del Mare Magnum habían sobrepasado las montañas del desierto de sal y habían arrasado con todo a su paso. Bueno, casi todo. Las agujas mas grandes y gruesas resistieron el empuje de las olas y evitaron la caída de poblados como el Campamento Viento libre o la Cumbre de la Nube Negra.
"Esta muerto? No, solo inconsciente. Mira ya vuelve en si. Muchacho despierta! hay que irnos!"
-Ayyy, mi cabeza, que rayos paso...
-Por fin despiertas. Tranquilo, no eres el único que encontramos ahogándose: hubo un maremoto que nos tomo a todos por sorpresa. Los no-muertos, bueno, no tienen las mismas necesidades que nosotros así que algunos nos ayudan a atender los heridos. Estamos enviándolos en grupos al Campamento donde tenemos más recursos para atenderlos: entre los heridos tenemos elfos de la noche, de sangre, orcos, humanos: aunque seamos de bandos contrarios tenemos que cuidarnos mutuamente en momentos de necesidad. Siempre debe haber un equilibrio.
Al levantarse conforme las heridas se lo permitían, Asnja vio el campamento lleno de heridos en cualquier lado. Todos aquellos que estaban sanos o que podían mantenerse de pie ayudaban a atender a los heridos-y despedirse de los que habían pasado a mejor vida-. Sin embargo, una silueta conocida comenzó a acercarse al druida y mientras se desvanecía en un ventarrón de arena, dijo:
-Hola Asnja! se que no es un buen momento para preguntar pero, mataste al elemental?
-AHAHHAAHAHA!!!!!!!
-Grita más fuerte quieres? Así levantas a los inconscientes.
-Mi...mira! Es Dorn! Esta vivo, sobrevivió al maremoto!
-Dorn? -dijo el vigía volteandose sobre sí- druida tienes que descansar, estas teniendo alucinaciones. Atrás mio no hay nadie, y es imposible que sea ese viejo tauren: Dorn Acechallanos lleva muerto más de 10 años.
La noticia le llego como un golpe al estómago: Dorn había cuidado de Asnja tras su accidente en Tanaris, y se había quedado con él por el tiempo suficiente para estar seguro de su existencia. Con la mirada perdida y en estado de shock por lo que le habían dicho, decidió recostarse y olvidar todo lo que estaba pasando. De repente sintió una palmadita en la espalda y al voltear vio a Dorn de nuevo. Mientras le tocaba la frente, Dorn hacia gestos negativos.
-Has perdido la cabeza, alumno mío. Creo que sera mejor que te vayas con tu abuelo.
Súbitamente, Asnja apareció en una pradera llena de vida. Árboles de toda clase se elevaban y hasta el horizonte era de un color esmeralda brillante. Sintiendo el dolor de sus heridas desvaneciéndose, Asnja se levanto. Mirando al horizonte, comenzó a desear que todo lo que había vivido no fuera más que una pesadilla. Sintiéndose solo y asustado, se hecho en el verde pasto y mirando el cielo esmeralda poco a poco se quedo profundamente dormido.
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