-GAAAHHH!!!
El viento nocturno entraba en la caverna. El fuego manso calentaba la gruta polvorienta y mostraba las sombras de un tauren anciano y un elfo de la noche pícaro.
-He, que bueno que despertaste druida. Me preocupaba que ese golpe te hubiera dejado inconsciente por mucho más tiempo. No se porque los lagartos de cristal te han dejado así pues son criaturas que solo atacan si se les molesta, pero es una suerte que te hallamos encontrado.
-*ehem*
-Por Dios, donde estan mis modales? Druida te presento a Tharenos, es un elfo del a noche pícaro.
-Disculpa por haberte dado semejante porrazo, pero no me puedo permitir que me vean simpatizando con integrantes de la horda.
Asnja estaba confundido por todo lo que había pasado. Se encontraba frente a un tauren y un elfo de la alianza que discutían sin pormenores ni discuciones: de hecho, se les veía como grandes amigos.
"Si un día te ves cara a cara con un héroe de la alianza, atácalo! Así como estos no-muertos, ellos te atacarán sin pensarselo 2 veces. No pueden vivir entre nosotros pacíficamente" Estas palabras de su fallecido abuelo Senfol resonaban en su mente confusa. Si los integrantes de la alianza eran tan agresivos como su abuelo decía, porque el tauren que estaba cuidando de el no se le veia preocupado de la actitud del elfo de la noche?
Se intento incorporar pero...
-Eh! Nada de levantarse. Las vendas se desacomodaran y se te abriran tus heridas. Tienes que descansar. Sabes? Ire afuera a cazar un tigre. Te dejare aqui con Tharenos, así podran conocerse mejor.
Mientras el anciano recogía una lanza y un silbato de madera, Tharenos se acerco a la hoguera y se sento al lado de Asnja.
-No te ves muy cómodo con mi presencia verdad? Me sorprende. Nuestras razas congeniaron entre sí desde hace mucho tiempo, sabes? Ambos somos druidas, y Malfurion fue uno de los primeros. Me sorprende que para ser un druida en aprendizaje, hayas aparecido en Tanaris. Y vaya sorpresa! Estabas nada más y nada menos que a las puertas de las Cavernas del Tiempo. Que yo sepa...
-Por qué no me atacas?
-Perdón?
Incorporándose lo mejor que pudo, Asnja levantó su bastón de fresno negro y se preparo para cualquier ataque.
-Vaya, creo que comenzamos con el pie izquierdo. Disculpa amigo, pero no puedo atacarte. En lo que a mi me concierne, no tenemos motivos por que pelear. Sería una perdida de mi tiempo, y de talento por ambos.
Ante el asombro del tauren, Tharenos estiro sus brazos con las dagas en mano y las dejo caer al suelo.
-Estas dagas no llevan veneno desde hace 4 días. No he visitado un campo de batalla en una semana. Cada vez que respondía el llamado de las armas, me preguntaba a mi mismo porque lo hacía. No crees que tenemos motivos mayores que nos llaman a otras cosas?
-Haaaa, veo que ya se llevan bien. Que pasa druida? El gato te comió la lengua? En fin, he cazado un lince que nos dara una buena cena para todos. Ahora esta en un mejor lugar, así que aprovechemos lo que nos dejo.
El druida se apoyo en su bastón y levantandose con dificultad miro al elfo de la noche y al tauren.
-Quien... eres?
-Yo? Mi nombre es Dorn Acechallanos, y voy a ponerte a prueba en estos días de tu recuperación.
Y llegamos a la sexta parte de Momentos de Paz! Señoras y señores, jamás en mis pocos tiempso de escritor me la había pasado tanto tiempo escribiendo sobre lo mismo y siento lamentablemente que tendre que darle un final pronto, si no esto se hara eterno-para mi lástima-. La buena noticia es que ello me permitira retomar otras historias asi que no todo esta perdido. Nos vemos hasta la próxima historia.
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