2 jun 2015

Ella y la luna...

Camino de regreso a casa después de un día más, uno de esos en los que solo quieres llegar, darte una ducha y quedarte sentado sin hacer absolutamente nada, las últimas semanas fueron así, mi vida de a pocos se tornó tan monótona que perdí contacto con mi parte humana, al menos lo sentía así, solo actuaba por la parte racional de mi cuerpo, sin sentimientos…
En fin, si yo no puedo entenderme, ¿Quién si? ¿A dónde quería llegar con esto? Claro, iba caminando pensando que el final del día seria como siempre, cuando alzo la vista y la veo. Veo la claridad con la que se expresa sin buscar eso, es simplemente ella, que iluminaba como nunca antes la había visto, estuve mucho tiempo buscando la perfección y la encontré por fin, era aquello que esperaba para despertar de todo esto, ese pequeño momento que sería eterno en mi alma, la llevaría a partir de ahora conmigo.
¿Hablarle? Me creerían una persona demente, ella es de las pequeñas “cosas” que nos da la vida que se han de apreciar mas no tocar, porque de cualquier forma seria algo muy complicado de aspirar verla más cerca, aunque para mi verla de lejos era suficiente, hizo que pueda vislumbrarla un día más, pero sería el último. (Me prometí que así seria para evitar en un futuro tener mil pedazos más de mi alma).
Puedo recordar claramente su cabello castaño a veces suelto otras sujeto en una coleta, de cualquier forma se veía hermosa; esos ojos marrones que me llenaban de felicidad cada que me encontraba con ellos, ya sea porque me sorprendía mirándola(es que era inevitable para mi hacerlo, se veía tan tranquila a mi lado que nunca pensé …) o cuando en un momento dado al rozar sus labios podía apreciar de cerca ese color tan peculiar que me producía una sonrisa y ella claro solo veía unos ordinarios ojos cafés, pero lo que ni ella puede negar es que la miraban con amor. Sus labios al pronunciar mi nombre, al dedicarme una sonrisa, al decir que me amaba y que no la perdería, al besarme; dios lo recuerdo todo.
Y aquí estoy, esperando que la noche termine, para dejarla guardada muy dentro de mí, en ese pequeño espacio que solo lleva su nombre, ese espacio que se ganó incluso antes de tenerla a mi lado y que a pesar del poco tiempo que compartimos lo tiene merecido, porque nadie como ella existirá más, nadie como ella para hacerme sentir así, quizás no sea la última, pero por ahora solo ella se quedara ahí.
Luna, yo sé que al momento de mirarte solo podía hacer algo, escribir. Por más intentos que tuviese no podía escribir de ti, mi ojos al verte solo hicieron algo, verla. No me arrepiento que esta noche la haya tenido presente, por el contrario me siento una persona orgullosa de poder decir que la vi una vez más y que es el fin de esta historia.

Gracias por regresar esa parte que me faltaba, espero verte más, solo que con la consigna de no recordarla, sino que generes en mi las ganas de seguir aquí escribiendo, recuerda todos los días te veo, te veo en mi mente aunque suene a falsedad, pero solo digo la verdad; te quedaras guardada en mi ser por siempre…

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